miércoles, 4 de julio de 2007


Este es un día espectacularmente reflexivo. Sí. Y el día anterior a este, también. En parte es bueno, porque no hablo mucho, porque no expulso lo primero que se me viene a la mente (a excepción de cuando la reflexión realizada es tan penosa que necesito reír con estupideces), pero también es negativo, porque se revuelve en mi mente todo lo que creía, empiezo a desvalorar los hechos, las personas y luego me viene la idea de que podría estar mejor en la María, de lo distinto que hubiera sido este año si no me hubiera cambiado y al más sutil contacto con alguien, me pongo a llorar. Es estúpido si lo pienso, porque quizás estaba enojada por cansancio y luego llego a odiar la vida.
Pensar en lo pendeja que me pongo cuando ando así. Me da vergüenza recordar cuando les decía a mis compañeras si alguna vez habían tenido ganas de emborracharse o fumar mucho o suicidarce y luego cambiar al tema "qué lindo es Valdivia", por decir algo.
También pienso por qué no habré nacido con algo muy característico, me carga ser tan piola, aunque tiene sus ventajas. Pero no la paso bien, porque observo mucho, porque tengo facilidad para darme cuenta de lo que pasa al mi alrededor.
Ser ciega, por ejemplo, pero entonces no hubiera aprendido a tocar piano con las dos manos, porque me resignaría ante mi incapacidad.
Quedar inválida en algún accidente, pero entonces no podría salir a pasear por algunas casas sola, o andar en bicicleta como un rayo y caerme y hacerme heridas en las manos y en los codos y luego reír con mis amigas de lo ñurda que soy.
Tener un accidente de auto y estar grave en el hospital, pero estaría bastante tiempo sola con otros enfermos y con visitas que incomodan porque están ahí sólo para ver lo mal que estás.
Fracturarme en alguna mano, pero quizás pase a mayores y no pueda dibujar, hacer cosas por mí sola, tocar teclado u otras cosas. Es una parte del cuerpo que tiene el sentido que más he desarrollado, no podría vivir sin ellas.
En conclusión, mi vida seguirá siendo piola y mi personalidad observadora. Seguiré con mi ánimo distímico y mis alegrías estúpidas.
Qué se puede hacer.
Soy así, seré así y moriré así mientras exista lo que se llama sociedad, grupos, personalidades extrovertidas que te dan jaqueca de lo floreritos o inoportunos que son e introvertidos que se la pasan encerrados en su mundo y no dan paso a la sociabilidad, como yo.

No hay comentarios.: