miércoles, 13 de agosto de 2008


¿Qué le pasa?
¿Hice algo malo?
¿acaso la traté muy mal?
¿por qué llora?
Se supone que una madre no llora... o eso es lo que a mí me enseñaron de acuerdo a nuestras costumbres...
Qué sucede... ¿ es que te doy pena?
¿es que no me reconoces y quieres a la de antes?
Yo sigo igual.. lo único que cambia es que ahora tengo un propósito mayor del cual no estás informada, y el cual confundes con una pelea antigua.. que tonta eres.
Muy muy tonta, al igual que yo.
Pero, madre, qué te pasa... qué te sucede? Acaso no eras aquella mujer indestructible, que todo lo podía, que todo afrontaba con fuerza de mujer?
Es que acaso tu imagen tan bien tallada se está desgastando?
Es que ahora conoces el mundo y su triste realidad.
Madre, madre, madre... deja de ser como yo, que me apenas y haces que me olvide de mis propósitos.. pero mantengo la firmeza... sí, porque debo seguir con el destino que me he propuesto, por eso ya no te consuelo, porque tú también tienes que aprender que no siempre hay alguien ahí de apoyo cuando estés llorando o estés triste... tienes que aprender a estar sola... no... tienes que volver a sentir ése vacío... vuélvete fría al igual que yo, para que puedas soportarlo. No mereces a una hija como yo, OLVÍDATE DE MÍ, ahora tengo alas y tengo deseos de caer en picada...
nada puedes hacer, EESSAA EESS MMII NNAATTUURRAALLEEZZA.
Victoria.

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