En aquella oscuridad en que se desenvuelven,
en aquel espacio sin órbitas,
en aquel vacío intenso y escalofriante,
¿no te parece que son hermosos?

Encierran en cada pincelada
pulsaciones intensas,
fugaces,
ininterrumpidas,
chispeantes e hipnotizadoras
seductoras
contenidas en un cuerpo tan poco divisible en la oscuridad
tan débil
y encantador

En aquella insanidad esconden la potencia de su mente misteriosa
los susurros pálidos de una noche inquieta y viuda
El divagar de su camino encierra un anhelo extraño
Mientras que a su alrededor bosquejan desiertos
y en su interior guarecen los frutos
y al forastero intrigante y frívolo convidan parte de ellos,
mera cortesía ante el destino incierto que pisan

Sentir y de inmediato despertar la voluntad ante un anterior conocimiento,
para seguir inhalando el propio deseo ancestral... el llamado inaudible
es la primera regla de quienes cruzan el abismo huracanado,
es la primera y última regla de estos entes
que se mueven como venas embrujadas y llenas de neon
que se revientan a sí mismos desde el origen, para que
en el desvelo y suicidio de su alma,
encuentren la pieza original
escondida y amutilada por la grasa amasijada y metida entremedio de su existencia
Explotan más de un billón de veces en una bocanada fuerte pero controlada
en su camino hacia el llamado

y con movimientos sutiles
envuelven a sus presas
queridas presas
que se tragan el cielo y la tierra
devoran el aire y consumen el fuego
satirizan su verdad
y envenenan las mariposas

Y recorre por su cuerpo
la brisa exaltante y escalofriante
y recorre por su cuerpo
la carne ruidosa y revoltosa
y recorre por su cuerpo la muerte
y el delirio que causa presenciar
el caótico paisaje mundano
si
recorre su piel como agujas
como pequeños punzones llameantes
que alborotan su mundo
que desgarranexquisitamente la belleza de su despiadado acto de solidaridad