martes, 26 de abril de 2011

¿Llorar?
Me imaginé saltando en la cocina de mi casa, caminando hacia el patio, abriendo la puerta y encontrando de sopetón a mi perro.
Pensé luego en mi pieza, un aire húmedo, la noche inquieta y las ramas asustadas. Mi perro que me huele y ya no se enternece con mi presencia.
Respiré profundo.
Recordé las tardes apuradas camino hacia mis sesiones de kine. Electricidad bendita que me unía la planta del pie junto con los dedos.
Exhalé.
Sin embargo algo quedó entrecruzado.
"Se desvanecen los ecos" diría el narrador de Alicia en el País de las Maravillas.
Me estoy muriendo diría yo. Se desvanece el aire y el eco queda. Se desvanece la exhalación.
Y pronto requiero repetir el ciclo.. ¿o acaso omití algo que me daba respiración?
No, no... lo estoy matando de a poco. Yo misma deseo sufrir, quizás no. Me he dado cuenta que me he equivocado gravemente en todo mi gran comienzo. El asfixiante empezar de cada día imaginado lo pasé a botar por ir al mismo paso ligero que antes. Algo está entrecruzado.
La sed me implora un algo. Las cosas debían estar mejor. ¿Es hora de contestar? o ¿ya se acabó mi organismo?

No hay comentarios.: